Ay qué difícil
y qué ruido
mi orín es un río de mosquitos
de infecciosa imaginación
La miasma de mis palabras
en tu ventana repiqueteando
y el arco de tu ventura
accionando tu mano
¡Hay que ver cosas!
Que yo cuando más me cago
No hay cerca ninguna fosa
y a todo el mundo menoscabo
De ungir a la amada en heces
de sepultarla sobre efluvios de mi ano,
convertir en gozo la flatulencia
mierda y amor cogidos de la mano
Bañarnos en la gloria de la peste
sentirnos en la inmunda impudicia
temblar de los cuerpos chapoteantes
nadar en estertores de heces
viernes, 2 de julio de 2010
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