Los juegos peligrosos son más divertidos entre
mentirosos sostenidos en el tiempo
factor muy importante para poder tener un movimiento
sigue, sigue, que me caliento
todo al fuego con viento
ni lo entiendo ni lo comprendo pero me lamento
por todo lo que digo pero no siento
para ser un personaje de tu estilo con un llavero
me cago en este bebedero
del cabrero más pordiosero
como un gorrino en un brasero
martes, 13 de agosto de 2013
lunes, 12 de agosto de 2013
Todo comenzó una tarde de verano en la piscina
la más gorrina de 200 kg para la matanza de cristianos
en la España rural del futuro
no quiero hijos seremos después de follar a una buena
rapaza cójeme la maza y súbete la faja
disfruta con las gordas a pelo
largo y rizado al viento mojado secándose
siempre todo lo que sube baja
la más gorrina de 200 kg para la matanza de cristianos
en la España rural del futuro
no quiero hijos seremos después de follar a una buena
rapaza cójeme la maza y súbete la faja
disfruta con las gordas a pelo
largo y rizado al viento mojado secándose
siempre todo lo que sube baja
Vendetta
solo, escuchando el eco de mis aullidos
cuéntame tus apellidos
pido para cantar tus sentidos
es lo que sientes a las seis de la mañana
provoca una resaca de la hostia sagrada,
santísima campana de gas en vacío
ese hueco vacío hay que rellenarlo. es lo importante porque el que
no llora no mama ¿sabes? que Ruben quiere reventar la furgoneta de Seguito
en jerga gitana se llama fragoneta
taladrada de metralleta
cuéntame tus apellidos
pido para cantar tus sentidos
es lo que sientes a las seis de la mañana
provoca una resaca de la hostia sagrada,
santísima campana de gas en vacío
ese hueco vacío hay que rellenarlo. es lo importante porque el que
no llora no mama ¿sabes? que Ruben quiere reventar la furgoneta de Seguito
en jerga gitana se llama fragoneta
taladrada de metralleta
lunes, 1 de julio de 2013
Damacrada
El chico muere contento. Había sido feliz cuando era un importantísimo infante. Pero la muerte no le tenía ninguna simpatía.
Un invierno frío marcaría para su vida un punto y un aparte. Lo que supuso entristecerle y que no volviera nunca a sonreír. Fue una mujer la más afectada de que tenga que preocuparse por su futuro lejano. Ella era la amada de su padre.
Resultaba que la dama había llegado ese invierno desde el norte. Se cansó pronto de sonreír y ser amable. Odiaba todo lo relacionado con la complacencia. Decidió súbitamente cambiar su peinado. No sabía si dejarlo largo como Margarita de Austria o trenzárselo al modo tirolés tiñéndoselo de granate. Decidido el peinado y el corte de pelo, había de producirse el cambio debajo del cuero cabelludo. No le gustaba en absoluto su forma de ser impaciente e insegura. Y de manera innata, sabía que en el fondo, ella no era así; que era su entorno el que la estaba achicando e impidiendo su despegue. Consciente de esto, subió a su habitación y buscó en su baúl todo lo necesario para un largo viaje. No sólo era espacio lo que se preparaba a recorrer sino también los senderos de su inconsciente -que le decía que por qué para hacer esto estamos en clase- y de su corazón, todavía principiante, si bien no inocente. Sabía perfectamente que no iba a encontrar respuesta, esto lo tenía que hacer en clase, estaba destinado a ello, ya nada podía hacer. Desde la ventana se veía caer una lluvia fina y persistente que hacía el efecto de una inexistente cortina y que daba un mayor tono gris y melancólico a la tarde otoñal de hojas cayendo. no hacía la lluvia otra cosa que entristecerla pensando que debía hacer buen tiempo para poder estrenar unas bonitas sandalias que le regaló su abuelo en un agradable paseo por El Retiro.
En cualquier caso, dejando atrás esos pensamientos, partió sin avisar a nadie de ese entorno represor, hacia el sur, a encontrarse (sin saberlo) con el joven niño infante.
Tomó un tren a primera hora que recorría todo el país y se sentó junto a una bonita muchacha en avanzado estado de gestación. ¿Será niño o niña? ¿Será feliz? Yo no lo he sido, pero lo seré; así de firme es mi decisión. Ser feliz tiene que ser fácil, mucha gente lo es y ella no iba a ser menos.
El viejo vagón estaba equipado con unos enormes asientos que, a pesar de su dureza, sumieron a la joven en un profundo sueño. Soñó que se encontraba en una pequeña ciudad al norte de su pueblo y a unas 3 horas de viaje. Soñó que encontraba una llave de oro que la condujo a un cofre del tesoro que resultó no tenerlo. O al menos no aparentemente porque aunque no había oros ni joyas, sí había una carta sellada
Un invierno frío marcaría para su vida un punto y un aparte. Lo que supuso entristecerle y que no volviera nunca a sonreír. Fue una mujer la más afectada de que tenga que preocuparse por su futuro lejano. Ella era la amada de su padre.
Resultaba que la dama había llegado ese invierno desde el norte. Se cansó pronto de sonreír y ser amable. Odiaba todo lo relacionado con la complacencia. Decidió súbitamente cambiar su peinado. No sabía si dejarlo largo como Margarita de Austria o trenzárselo al modo tirolés tiñéndoselo de granate. Decidido el peinado y el corte de pelo, había de producirse el cambio debajo del cuero cabelludo. No le gustaba en absoluto su forma de ser impaciente e insegura. Y de manera innata, sabía que en el fondo, ella no era así; que era su entorno el que la estaba achicando e impidiendo su despegue. Consciente de esto, subió a su habitación y buscó en su baúl todo lo necesario para un largo viaje. No sólo era espacio lo que se preparaba a recorrer sino también los senderos de su inconsciente -que le decía que por qué para hacer esto estamos en clase- y de su corazón, todavía principiante, si bien no inocente. Sabía perfectamente que no iba a encontrar respuesta, esto lo tenía que hacer en clase, estaba destinado a ello, ya nada podía hacer. Desde la ventana se veía caer una lluvia fina y persistente que hacía el efecto de una inexistente cortina y que daba un mayor tono gris y melancólico a la tarde otoñal de hojas cayendo. no hacía la lluvia otra cosa que entristecerla pensando que debía hacer buen tiempo para poder estrenar unas bonitas sandalias que le regaló su abuelo en un agradable paseo por El Retiro.
En cualquier caso, dejando atrás esos pensamientos, partió sin avisar a nadie de ese entorno represor, hacia el sur, a encontrarse (sin saberlo) con el joven niño infante.
Tomó un tren a primera hora que recorría todo el país y se sentó junto a una bonita muchacha en avanzado estado de gestación. ¿Será niño o niña? ¿Será feliz? Yo no lo he sido, pero lo seré; así de firme es mi decisión. Ser feliz tiene que ser fácil, mucha gente lo es y ella no iba a ser menos.
El viejo vagón estaba equipado con unos enormes asientos que, a pesar de su dureza, sumieron a la joven en un profundo sueño. Soñó que se encontraba en una pequeña ciudad al norte de su pueblo y a unas 3 horas de viaje. Soñó que encontraba una llave de oro que la condujo a un cofre del tesoro que resultó no tenerlo. O al menos no aparentemente porque aunque no había oros ni joyas, sí había una carta sellada
domingo, 16 de junio de 2013
Maldita miscelánea
Ô Mai! Quel
délirant culs-nus!
Au-dessus des
étangs, au dessus des vallées
Un air
mélancolique, un sourd, lente et doux air
Je suis comme le
roi d’un pays pluvieux,
Je me suis enfui.
O sorcières ô misères, ô haine, c’est a vous que mon trésor est confié !
Ah ! Remonter
à la vie ! Jeter les yeux sur nos difformités.
Vieux faubourgs,
tout pour moi devient allégorie
Comme un vol
criard d’oiseaux en émoi
Nuit mélancolique
et lourde d’été,
Ta tête et ton
dos élastique
Cheveux bleus, pavillon
de ténèbres tendues,
Les parfums ne
font pas frissonner sa narine
Le vent baise ses
seins et déploie en corolle
Moi, je buvais,
crispé, comme un extravagant,
J’ai plus de
souvenirs que si j’avais mille ans
Fantômes
vermeils, défilent sans trêves pareils à des grands soleils
J’ai vu passer
dans mon rêve
Les canaux, la
ville entière, d’hyacinthe et d’0r,
Roule, roule ton
flot indolent, morne Seine
Autant que ton
aspect m’inspire des pensées !
Despotique, et
dressant au-devant du zénith
Comme la voix
d’un mort qui chanterait du fond de sa fosse,
Ton souvenir plus
clair, plus rose, plus charmant,
À mes yeux
agrandis voltige incessamment
Dans mon œil
ouvert délicieusement vers le plafond
tombe tout à coup une goutte de saumure
Les chers
corbeaux délicieux. Dispersez-vous, ralliez-vous ! Où dorment des morts
d’avant-hier
Comme l’eau
courante et le vent
jueves, 13 de junio de 2013
Folletín por entregas
Cierto perro apuñalando algunas sumisas nubes
dormir
Pistola descontrolada alegremente
Sutil libro que un sueño comería
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